El juicio de los 7 de Chicago (Netflix)


Propuesta interesante que visionar estos días en los que Estados Unidos está en boca de todos, tanto por la nueva presidencia de Biden sobre Donald Trump como por los problemas tanto raciales como sociales que lleva sufriendo el país décadas.

Ha de gustarte el tema jurídico, parece algo obvio, pero esta película está destinada a este tipo de público amante de las leyes, aficionado del sistema jurídico y político estadounidense, sabiendo que vas a ver un film de dos horas dentro de una sala escuchando a personas discutir sin fin. Si eres de este grupo, adelante, si no, está no es tu película.

La película empieza con un ritmo frenético, presentando a los distintos bandos con escenas bien entrelazadas y una buena banda sonora, donde se verán envueltos en un juicio a causa de una carga policial en una manifestación en contra de la guerra de Vietnam.

Como nos tiene acostumbrados últimamente, Netflix consigue un plantel de actores ejemplar y variado como Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen, Mark Rylance, Frank Langella, Joseph Gordon-Levitt, Jeremy Strong y demás. La mayoría de ellos hacen un buen papel, con pequeñas intervenciones, pero ninguno acaba destacando fuera de la media, los mejores papeles serian el del abogado defensor y el juez.

El juicio será el eje central de la película, en la que participaran distintos miembros heterogéneos como hippies, manifestantes o un Black Panther. Personalmente me gusta la política y me parece interesante el tema jurídico por lo que he disfrutado del juicio en sí y sus diversas fases de autodefensa, declaraciones y testigos. Consiguen un ritmo dinámico e interesante por lo que si no conoces la historia detrás de este juicio te quedaras enganchado a la pantalla hasta conocer el veredicto final.


Se exponen diversos temas sociales y políticos como la manipulación de documentos, la corrupción del sistema o del poder jurídico, los intereses de un gobierno sobrepasando a la justicia y demás temas controvertidos.

El jurado popular siempre ha tenido un papel importante en la sociedad estadounidense, pero hasta que punto la gente normal, el ciudadano de a pie está listo para involucrarse de esta forma en las leyes jurídicas, en la vida y futuro de una persona. ¿Estamos controlados, se nos puede comprar, manipular, acaba siendo este tipo de jurado algo realmente imparcial y subjetivo o solo nos dejamos guiar por una simple intuición o demagogia de un abogado defensor aprovechándose de tu ignorancia en el tema a tratar?

Como punto negativo podría añadir los constantes gags cómicos, provenientes en su mayoría por el personaje hippie de Sacha Baron Cohen. También el final tan patriótico que tiene, queda quizá demasiado forzado y bonito, pero bueno es de esperar del "mejor país del mundo".

Propuesta interesante, curiosa y entretenida con un buen ritmo, sin destacar demasiado. La recomiendo si no sabes que ver por Netflix o si te interesa este tipo de películas judiciales.

Mi puntuación es:



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